Viajas por el mundo, encontrándote con personas maravillosamente buenas y a veces te estancas con personas maravillosamente crueles.
La decisión de quedarte o seguir avanzando es solo tuya.
Gracias por la visita, por ser parte de mi día; tal vez seas parte de todos mis días, pero sólo el sentimiento lo dirá.
Demosle gracias a las personas que Dios, (o alguien que no es de este mundo) nos pone en el camino, ya que gracias a ellas, buenas o malas nos hacen ser lo que hoy somos. Nada es tan malo que no se pueda soportar, o tan bueno que no haya otro mejor.
Gracias a las personas que me rodean por permitirme experimentar la felicidad y el dolor, los dos en su máxima expresión como ser humano que soy.
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